A muchos no les dirá gran cosa nombres como los Berni Rodríguez, Rudy Fernández, Sergio Cabezas o Alex Mumbrú. Otros sí. Jóvenes veteranos como Carlos Jiménez, Juan Carlos Navarro, Jorge Garbajosa o Felipe Reyes que han venido demostrado su valía desde hace años en los campos de basket españoles. Por último, se encuentran los que han cruzado el charco y se baten el cobre en la NBA. El “memphisiano” Pau Gasol y el “veloci-raptor” José Manuel Calderón, son los más conocidos.
Estos chicos que hasta la fecha eran unos “semidesconocidos” acaban de dar a España su primer oro en un campeonato del mundo por equipos. Y no... no van en un “Masseratti” de 400 caballos. No salen en las revistas del corazón un día sí y otro también. No entran en nuestras casas a golpe de mando a distancia para vendernos perfumes o natillas. ¡No! A diferencia de otras ... ¿estrellas? se dedican a trabajar. Sí, a trabajar. Entrenan duro todos los días y no hay cientos de micrófonos detrás de sus espaldas.
A diferencia de otros deportistas-anuncio trabajan y actúan como un EQUIPO. Un equipo no es una suma de individualidades más o menos brillantes –que se lo digan a los jugadores de la selección brasileña de fútbol o a la USA de baloncesto-. Un EQUIPO es un todo homogéneo dirigido por la batuta de un director de orquesta como Pepu Hernández. Una suma de jugadores que, aportando lo mejor de sí mismos, dejan de lado su ego –por muchos millones de espectadores que haya- y se olvidan de filigranas y “bicicletas” para lograr una meta común. En un EQUIPO se dejan la piel en el campo todos y cada uno de los jugadores, en todos y cada uno de los partidos. Sufriendo al límite en unos –enfrentamiento contra Argentina- y en los otros más “relajados” –partido contra Japón-. Un equipo es la actual selección española de baloncesto.
Que tomen nota las estrellas catódicas que rampan en sus “Mercedes” y “Porches”. A los “vende camisetas” que cobran 3 millones de euros al año y culpan de sus desgracias a los árbitros o a la conjunción de los astros.
Berni, Pau, Rudy, Jorge, Sergio... gracias y enhorabuena ¡¡¡campeones!!!
Finito de Aldeatejada –A La sazón novillero-
Estos chicos que hasta la fecha eran unos “semidesconocidos” acaban de dar a España su primer oro en un campeonato del mundo por equipos. Y no... no van en un “Masseratti” de 400 caballos. No salen en las revistas del corazón un día sí y otro también. No entran en nuestras casas a golpe de mando a distancia para vendernos perfumes o natillas. ¡No! A diferencia de otras ... ¿estrellas? se dedican a trabajar. Sí, a trabajar. Entrenan duro todos los días y no hay cientos de micrófonos detrás de sus espaldas.
A diferencia de otros deportistas-anuncio trabajan y actúan como un EQUIPO. Un equipo no es una suma de individualidades más o menos brillantes –que se lo digan a los jugadores de la selección brasileña de fútbol o a la USA de baloncesto-. Un EQUIPO es un todo homogéneo dirigido por la batuta de un director de orquesta como Pepu Hernández. Una suma de jugadores que, aportando lo mejor de sí mismos, dejan de lado su ego –por muchos millones de espectadores que haya- y se olvidan de filigranas y “bicicletas” para lograr una meta común. En un EQUIPO se dejan la piel en el campo todos y cada uno de los jugadores, en todos y cada uno de los partidos. Sufriendo al límite en unos –enfrentamiento contra Argentina- y en los otros más “relajados” –partido contra Japón-. Un equipo es la actual selección española de baloncesto.
Que tomen nota las estrellas catódicas que rampan en sus “Mercedes” y “Porches”. A los “vende camisetas” que cobran 3 millones de euros al año y culpan de sus desgracias a los árbitros o a la conjunción de los astros.
Berni, Pau, Rudy, Jorge, Sergio... gracias y enhorabuena ¡¡¡campeones!!!
Finito de Aldeatejada –A La sazón novillero-
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