En muchos casos el proceso de adopción de una determinada línea política se desarrolla, primero, en un think-tank. En una segunda fase, recibe el apoyo de los grupos de presión –lobbies- y los grupos de activistas de la causa correspondiente. En tercer lugar, el debate se traslada a los medios de comunicación y, por último, pasan al parlamento.
En España, y aunque empiezan a surgir como setas, los dos principales y más conocidos think tank, encuentran cobijo al amparo de los grandes partidos políticos nacionales. El ropaje jurídico de la fundación, es el utilizado con más frecuencia para el desarrollo de sus actividades.
Así, la “Fundación para el análisis y los estudios sociales” –FAES- presidida por el antes aclamado y ahora denostado José Maria Aznar y, la “Fundación Sistema”, bajo la presidencia del ínclito Alfonso Guerra, “incuban” sus ideas para deleite de los ciudadanos de a pie...
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